viernes, 24 de junio de 2022

 Cuando doce pisos te acercan a la identidad de las aves

sabes que algo que te lleva por los cielos

debe darte la oportunidad de salpicar colores en una ciudad gris.


Un semáforo en rojo golpea la cordura del orate en la vereda

y enfrente mis ganas solo quieren el verde 

que avisa de la pronta promesa de pronunciar los cuatro lados de tu nombre.


Doce pisos no es mucha distancia para envolver la música en cuatro manos

si la tierna locura es la mejor amiga del frío, cómplice y húmedo,

que nos lleva al abrazo fácil donde dormir es una extraña estación lejos del verano.


El asfalto es un río negro que nos conduce entre miles de personas

que reclaman su derecho de gritar a las nubes un corazón en colores de plástico.

Por ello hoy los autos y sus luces ruidosas no pueden alcanzarnos en este junio


Febrero sobre marzo: piscis se presenta poderoso en el mar que tenemos frente

en ese horizonte pálido del final de la tarde sin sol

que se antoja ser un libro en tu almohada o una canción sin estandarte.