escapamos de la versión de la verdad en todos nuestros actos.
Tanto que ya no entendemos a la verdad como una imagen de cara limpia
sino como la despeinada que se oculta o a la que ocultamos.
Quisiéramos decir más pero siempre estaremos escapando de la dichosa o sufrida verdad
Ya no quiero estar en silencio, ya no quiero más páginas en blanco.